Como ya dijimos en la anterior publicación no hay una sola causa para explicar porque muerden los niños y niñas, son muchas las causas y cada criatura vive las suyas de manera particular.
Hablamos de algunas causas de los mordiscos relacionadas con la necesidad de los niños y niñas de afirmarse como sujetos autónomos, con su deseo de diferenciarse del adulto.
Ahora abordaremos otras posibles causas y también las estrategias de intervención de los adultos:
- Frustración u otros sentimientos incómodos, no saben expresar de otras maneras sus sentimientos fuertes, no cuentan con palabras para poder expresar incomodidad física de cualquier tipo: hambre, sueño, dolor,… frustración porque le han quitado un juguete: “quiero ese juguete”, “no quiero que estés aquí, me molestas”…
- También pueden morder porque simplemente hay algo allí que pueden morder; por una emoción excesiva, porque están emocionados o reciben demasiado estímulo (por ej., una música que les altera…). No tienen aún control sobre sus emociones, y necesitan comunicarlas, viven gamas extremas emocionales, pueden pasar de la alegría al enfado, sin oportunidad de controlar la causa. Situaciones de cambios grandes para ellos en su vida cotidiana (cambio de piso, dejar la teta, cambio a una nueva habitación, nacimiento de un hermano,…) puede provocar esta necesidad de morder.
- Dentro de esta gama emocional se puede producir una expresión equivocada del amor (perturbación del beso), sobre todo si no hemos puesto límite a esa expresión cuando se ha producido, cuando nos pegan no podemos permitírselo: “veo que estas enfadado, pero no puedo permitirte que me pegues o que me muerdas”, y no pensar que ya cuando sea más mayor aprenderá.
- Dificultades para jugar con otros, están iniciándose en la experiencia social y todavía no saben manejarse en las situaciones con otros.
- Descubrir la causa-efecto, están descubriendo que pueden transformar las cosas, el espacio, que sus acciones tienen efectos, y que sus dientes transforman los alimentos, prueban a ver que sucede cuando muerden a otro. Aprenden que con sus dientes producen una reacción grande tanto en los niños como en los adultos. Tiene que ver con la necesidad de la acción y exploración para poder descubrir y aprender.
- Estimulo oral, están en la fase oral y por tanto son muy importantes las informaciones que les llegan a través de la boca, y morder les aporta información. La dentición está en un momento en el que la boca les duele, les molesta y esto les causa cierta irritabilidad que puede llevarles a morder.
- Imitación, aprenden por imitación y si ven que otros niños y niñas muerden y reciben una gran atención por parte del adulto (aunque no sea una atención adecuada), los niños y niñas imitaran esa conducta para probar que pasa con los adultos que la rodean en relación a ellos.