Esta propuesta pretende desarrollar el DERECHO A JUGAR.
El juego es la actividad central del niño y la niña. Durante los siete primeros años de vida es su manera natural de expresarse.
JUGAR ES VIVIR. El motor y resultado de jugar es el placer, es una manera de expresar quién es en cada momento, qué le gusta, que puede hacer.
Grupos reducidos, niños y niñas, acompañados de un profesional
NIÑOS DE 3 A 6 AÑOS
Es habitual escuchar a las familias expresar con cierto pesar:
“Mi hija no sabe jugar, está aburrida, necesita que juegue con ella”.
La capacidad de los niños y niñas para jugar parece ir disminuyendo cada vez más. Con frecuencia, para estimularlos las familias compran un juguete tras otro. Pero esto no da respuesta: “Tienen la habitación hasta arriba pero siguen sin saber qué hacer”.
Por otro lado, de tres a seis años tienen una vida cotidiana escolar sometida, en la mayoría de los casos, a una rígida organización espacio-temporal que no respeta suficientemente sus ritmos, sus intereses, y que les resta tiempo para desarrollar el DERECHO A JUGAR.
«Carmen e Itzi, en su juego con las construcciones recrean estructuras complejas. Ponen a prueba su capacidad de control y de equilibrio. Ajustan su cuerpo al objetivo que buscan. Diseñan y comparten un interés común que proviene de su propia iniciativa. Al desarrollo cognitivo, ligado a la estructuración del espacio, se une el socio-afectivo»
«A través del juego simbólico y de roles Matilda da rienda suelta a su imaginación, expresa sentimientos, vivencias, idea una realidad a su medida que le permite superar situaciones conocidas y desconocidas»
“Pelayo y Ariadna comparten un momento de intimidad y relación afectiva a través de la lectura de las imágenes de un cuento”
Y SI JUGAMOS, les ofrece un espacio para que los niños y niñas de 3 a 6 PUEDAN JUGAR de manera AUTÓNOMA, DESARROLLAR SU IMAGINACIÓN, CREAR, DESCUBRIR JUNTO CON OTROS para compartir ideas, negociar, resolver dificultades… una oportunidad para la socialización. Esta es la manera de generar un pensamiento propio, crítico y creativo porque les permite desplegar todo el potencial que tienen en su interior.
El espacio está preparado, bien diseñado, con objetos y materiales seleccionados teniendo en cuenta sus intereses y la necesidad de desarrollo integral en esta etapa, desde el marco teórico de las pedagogías activas.
Promover y confiar en la actividad autónoma de los niños y niñas no debe confundirse con un “dejar hacer”. Es necesario un marco definido para que se desarrolle el juego, con límites claros que ayuden a mantener un ambiente relajado y seguro.
Favorecemos que los niños y niñas construyan sus propios proyectos de juego. Sólo intervenimos si alguno solicita nuestra ayuda para acabar un proyecto, para diseñarle, para resolver un conflicto… pero siempre teniendo en cuenta que ellos y ellas son los protagonistas y no les vamos a sustituir en la toma de sus decisiones. El resto del tiempo preparamos los materiales, observamos hacemos el seguimiento del desarrollo de cada niño y niña y compartimos lo observado con las familias.