A través de la charla-tertulia «El vínculo y la comunicación con signos», nos adentramos en el mundo de la comunicación antes del inicio del lenguaje oral.
Nos hizo pararnos en la pregunta: ¿Desde cuándo se comunica un bebé? Evidenciamos que desde el nacimiento los bebés se comunican.
Además nos hizo reparar en otra cuestión: ¿Cómo es el mundo mental de los bebés, qué recuerdan, qué evocan? El uso de signos nos permite acceder a su mundo interno y su estructura mental. Nos ayuda a entenderlos mejor.
Utilizar la comunicación con signos con bebés es una herramienta que da amplitud a las capacidades comunicativas de las criaturas. Es una herramienta que da respuesta a una necesidad básica, vital: la comunicación.
Se trata de dar más posibilidades para poder expresar lo que se tiene dentro cuando aún no es posible hacerlo a través de la lengua oral.
A través de los signos, un bebé puede «hilar más fino» que cuando señala. En el desarrollo de las criaturas, simplemente señalando un objeto (un hito evolutivo de muchísima importancia) se abre un mundo de posibilidades, aunque éstas están sujetas a aquellos objetos que están presentes para poder referirse a ellos. Cuando un bebé puede comunicarse a través de signos (tomados de la Lengua de Signos Española o bien creados en el ámbito familiar) puede evocar objetos y realidades que no están presentes. Puede pedirnos un plátano para merendar en lugar de ir respondiendo «no» ante cada fruta que le vamos presentando. Esto aminora mucho la frustración de no poder comunicar con precisión lo que se desea. Puede referirse a hechos pasados, más alejados en el tiempo.
Así, cuando comienzan a hacer sus primeros signos, nos permite entender con mayor claridad sus deseos, sus recuerdos, sus caminos mentales.
El proceso comienza mostrando 3 o 4 signos (normalmente referidos a nuestras rutinas: teta, dormir, comer, beber…depende del momento y de cada familia). Poco a poco iremos introduciendo más signos, a medida que vayamos viendo que la criatura va entendiendo o incluso signando. En nuestro caso, comenzamos a los 6 meses aproximadamente (una vez que Gala se sentaba sola, mostraba interés, aunque aún no señalaba ni pedía «aúpa»). Hasta los 14 meses no empezó a realizar los signos con sus manos, aunque daba muestras de entender los que le hacíamos. Una vez que empezó, fue una eclosión; de pronto realizaba muchos signos que llevaba meses viendo. ¡Y se mostraba feliz de sentirse entendida!
Los signos que vamos incorporando siempre van acompañados de la palabra. No se trata de enseñar Lengua de Signos (con su gramática, su sintaxis, su lingüística…), sino de utilizar los signos de la Lengua de Signos Española (en nuestro caso, porque estamos en España, ya que la Lengua de Signos no es universal, como no lo son las lenguas orales. La Lengua de Signos, como lengua que es, está vinculada a la cultura, y como tal se desarrolla en cada lugar) para poder comunicarse antes de poder hacerlo en lengua oral.
Ahora que tiene 18 meses le gusta compartir cosas de las que se acuerda (por ejemplo, del niño que vio pasar desde la terraza, que iba llorando y llevaba un gorro…es un recuerdo que comparte habitualmente, al que acompaña diciendo no…no…porque no le gusta que el niño fuera llorando). De esta forma Gala nos abre una ventanita para mostrarnos parte de su mundo interior que de otra forma no podríamos conocer hasta que no desarrollara el lenguaje oral.
Esta comunicación intensa y placentera permite disfrutar y dar entidad a la comunicación pre-lingüística. Utilizar la comunicación con signos NO tiene por objetivo acelerar el desarrollo, no se busca adelantar el desarrollo del lenguaje. Se trata de ofrecer una herramienta para poder expresar lo que tienen dentro, para poder comunicarse, para participar. Es dar voz a las capacidades ya existentes, hacer posible que se desplieguen estas capacidades expresivas a través de los signos. Es uno de nuestros 100 lenguajes.
FAMILIA de Los 100 Lenguajes