Por fin llegó el gran día!!! Poco a poco van llegado los niños y niñas, se sientan junto con sus familias expectantes para ver que sorpresa hay preparada hoy en el taller de experimentación. Después de saludarnos y darnos la bienvenida, la educadora explica que hoy es un día especial y qué se tienen que quitarse la ropa y quedarse en pañal para poder sentir con todo el cuerpo, todas las maravillosas sensaciones que pude producir el material con el qué van a jugar. Por fin empieza la propuesta, los niños y niñas se quedan sorprendidos al ver en las piscinas y las bandejas un polvo blanco que no saben que es. En seguida un niño lo empieza a tocar y pronto empieza el juego de todos ellos, las familias también les acompañan en esta primera toma de contacto, les invitan a tocar el material con la mano o el pie, siempre respetando su tiempo y poco a poco el juego empieza a fluir. Al principio empieza el juego con las bandejas , tocando la harina, sintiendo su suavidad y textura tan especial y agradable, luego ya empieza un juego de vaciar y llenar las bandejas en las piscinas, trasladar de una bandeja a otra, observar como dejan las huellas de sus pies, hacer caminitos con sus dedos, aplaudir y ver como sale disparada la harina de sus manos, observar como cae la harina al vaciarla en su propio cuerpo, en la piscina o en el suelo, esconder sus pies en ella, etc. y ya comienzan a meterse en las piscinas. Después llega la segunda parte de la propuesta donde la educadora les ofrece diferentes materiales como cacitos, distintos recipientes de distintos tamaños y materiales unos transparentes otros opacos, coladores, embudos,latas de metal , etc. Y empiezan a realizar distintas acciones como llenar-vaciar, meter-sacar, lanzar, realizar huellas con los recipientes en la harina, ver como cae la harina por los coladores,…mostrando un gran interés y una gran satisfacción en el juego. Resultando toda una experiencia!!!
El niño capta información y aprende a través de los sentidos, actuando, manipulando y experimentando con objetos y materiales diversos. La exploración de la harina es una experiencia educativa que le ofrece múltiples posibilidades de percibir, actuar, experimentar y descubrir.
Los niños “piensan con las manos más que con su pensamiento”. A través de la acción pueden modificar sus ideas, observan, investigan situaciones y prueban, comprueban hipótesis… enriquecen su mundo cognitivo, generan procesos de aprendizaje donde el niño y la acción son los principales protagonistas.
La harina y las acciones que realizan con ella, probarla, tocarla, dibujar con el dedo, hacer montones… les permite percibir una serie de cualidades: color, olor, textura, consistencia… que con la palabra que pone la educadora favorece la construcción de conceptos y la comparación con otros materiales. Es un aprendizaje significativo.