El Juego del Bebé: La Tela

el juego del bebe

EL JUEGO DEL BEBÉ: LA TELA

El aula de bebés es el gran desconocido. ¿Qué hacen? ¿a qué juegan?

El espacio y los materiales van cambiando y variando a lo largo de todo el curso para responder a la evolución del desarrollo y de los intereses de los niños y niñas.

El objeto que siempre está presente en el aula dada su versatilidad y sus múltiples usos, que se adaptan a la evolución e individualidad de cada uno, es LA TELA.

La tela, ese trozo de fibras de diferentes tipos, más áspera o más sedosa, pequeña, lisa o con estampado, opaca o transparente… es uno de los primeros objetos que los niños y niñas muy pequeños pueden manipular.

Al principio de curso, cuando tienen apenas unos meses, cuando permanecen con toda su musculatura y columna relajada en el suelo, cuando sus piernas y manos se mueven espontáneamente intentando coordinar un movimiento, justo en este momento su mano toca una tela pequeña, cuadrada, de fácil prensión, de color llamativo. Sus dedos se enredan en la tela llegando a cogerla y después de manipularla durante unos minutos cae en la cara por casualidad y su visión se oscurece, pero al quitársela vuelve a ver… este juego le gusta y sonríe, se encuentra con la mirada del adulto que le invita a jugar poniendo nombre a las acciones que por casualidad había llevado a cabo: CUCÚ-TRAS. El juego de aparecer y desaparecer, que en pocos días realiza conscientemente, con intencionalidad.

el juego del bebe

Su capacidad motriz va desarrollándose, se desplazan, se sientan por si mismos, conquistan la verticalidad, y la tela sigue ahí presente, pero se incorporan nuevos tipos, mas grandes, más largas, más transparentes, distintas texturas,… Los niños continúan con el juego intencional,  juega a cogerla, a taparse y destaparse, a APARECER Y DESAPARECER. Este juego es muy importante en los niños pequeños ya que simboliza la presencia y ausencia de sus familias, de ese adulto que se va pero luego vuelve. Al igual que él en el juego, que desaparece cuando se tapa para volver a desaparecer cuando se quita la tela de su cara. Este juego se extiende a los objetos, busca el objeto deseado y encontrarlo le va a transmitir seguridad. Está jugando la permanencia del objeto, noción de gran transcendencia para su desarrollo cognitivo, pierde el objeto pero aunque no lo vea, lo busca porque sabe que está, que sigue ahí, que existe aunque esté tapado; esta adquisición la va proyectando a su experiencia de separación de su familia, le ayuda a vivirla desde la serenidad porque interioriza que aunque no la vea va a volver, vendrán a buscarle, sobre todo porque esto ocurre todos los días.

el juego del bebe

A estas alturas del curso, podemos observar que el juego con telas ha avanzado un poco más. Algunos bebés han conseguido la verticalidad total, se ponen de pie con apoyo e incluso, algunos han conquistado la marcha. Además de aparecer la tela en el cesto, existe en el aula un espacio para esconderse, tener un momento de intimidad, de relajación, de complicidad con sus iguales. Es el propio niño el que decide ser visto, encontrado, y es entonces cuando abre la cortina y se produce la alegría del encuentro, lo celebra con risas, se vuelve a tapar y a esconder y cuando abre… el otro sigue ahí mirándole. Lo más importante cuando se esconde es sentir que hay alguien que le espera, que le busca, que es importante para su adulto de referencia.

Con estas notas hemos querido compartir con todos vosotros y vosotras nuestra experiencia, vivida en el aula de bebés, mostrando como una simple tela, para el adulto, es un objeto de juego muy importante para los niños y niñas en el primera año de vida.

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