QUÉ ES EL JUEGO
El juego es una actividad muy seria e importante para los niños y las niñas, pero en la práctica pueden producirse algunas confusiones con otras actividades dirigidas por los adultos a las que también, de forma errónea se las llama juego.
Es posible que no esté suficientemente considerada su importancia en el desarrollo cognitivo, afectivo, emocional,… en relación a otras actividades que el adulto propone para que los niños y niñas aprendan ciertos contenidos o adquieran ciertas destrezas.
Nos preguntamos:
¿Qué es el juego? ¿Qué importancia tiene el juego en la vida cotidiana de los niños y niñas en relación con otras actividades dirigidas por los adultos? ¿Disfrutan los niños y niñas de tiempos de calidad para el juego?
EL JUEGO ES UN DERECHO DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS
El juego es un derecho recogido en la Convención de los Derechos de los Niños. El artículo 28 de la citada Convención recoge el derecho a la educación, y el artículo 31 recoge el derecho al juego. Ambos derechos tienen la misma dignidad y deben ser respetados porque responden a una necesidad esencial constitutiva de la infancia.
¿Qué es el juego para los niños y niñas?
- Es una actividad espontánea, se desarrolla por propia iniciativa de los niños y niñas, es libre y autónoma. Está dirigida por el propio interés del niño. Sin la autosatisfacción por lograr lo que el niño se ha propuesto no hay juego
- El juego es manera natural de vivir, de actuar sobre el mundo para niños y niñas. Es una función vital, como la respiración.
- El juego se basa en el principio del placer, placer por el descubrimiento, por el dominio progresivo del mundo y de sí mismo.
- Todos los niños y niñas sanos quieren jugar y saben jugar a su nivel y con sus propios instrumentos.
¿Por qué el juego libre y autónomo es una actividad importante?
- Mientras jugamos nuestro cerebro produce endorfinas y por tanto, bienestar y placer. Las CONEXIONES NEURONALES cuando se realizan actividades desde el placer se activan y ayudan a retener la información. Jugar es aprender con pasión. Aprender por puro placer. Es un aprendizaje significativo.
- El juego es un lenguaje, refleja el mundo interior de los niños y niñas, las huellas de sus vivencias. Es una actividad que está relacionada con la constitución de la vida afectiva. Satisface sus deseos y necesidades propias. Emerge del propio deseo por conocer y descubrir.
- Los niños y las niñas repiten en el juego todo lo que les ha causado impresión en su vida, manejan las ansiedades, miedos, temores, las seguridades que varían según la edad y su momento evolutivo.
- Les ayuda a pasar de una relación de dependencia a una de autonomía relativa, porque les permite crear sus propias experiencias de acción, en un marco de libertad, dirigido por su propia iniciativa.
- Winnicot dice que el niño que juega es un niño sano. Este juego debe ser respetado, el niño necesita tener su espacio para crearlo y desarrollarlo.
- Les permite desarrollar una capacidad interna de imaginación y fantasía base de la capacidad creativa, indispensable para el crecimiento personal, del conocimiento y de la cultura en general.
¿Dificultades que se encuentran los niños y niñas para poder jugar?
- En algunas ocasiones los niños no encuentran un tiempo de calidad para poder jugar. Los adultos no les ofrecemos el espacio y el tiempo suficiente para que él pueda desplegar plenamente su impulso lúdico, que surge por su propia motivación, por su fuerza interna, por su deseo de conocer.
Algunas causas
Estamos en una sociedad neoliberal utilitarista y mercantilista, busca eficacia, resultados tangibles, conocimientos académicos, pero sigue persistiendo el fracaso escolar. Muchos adultos consideran que jugar es una pérdida de tiempo.
La situación actual de crisis económica y social genera en las familias incertidumbre y ansiedad por preparar a los niños y niñas para el futuro.. Esta preocupación nos induce a “ocupar” a los niños en muchas actividades con expertos y en ofrecerles juguetes “tecnológicos” y “didácticos” con los que realizar “aprendizajes importantes” que doten de herramientas para tiempos venideros. ¿Pero nos preguntamos por lo que realmente necesitan en el presente, en el aquí y ahora?.
En algunos ambientes se trabaja con la idea de un niño muy organizado, muy ocupado, siempre haciendo cosas controladas y supervisadas por el adulto. Parece que CRECER se convierte en una CARRERA, se mete a los niños en el “hacer permanente” (Carl Honoré), reduciendo las ocasiones para juntarse con sus amigos sin que un adulto dirija, vigile el juego de los niños y niñas. Se les quita o se reduce al mínimo el espacio de libertad que significa el juego, obviando que la ciencia nos dice que el juego libre, espontáneo y autónomo, es lo más apropiado para desarrollar el cerebro infantil.
La noción de juego se entiende opuesta a la noción de trabajo, el cual se suele asociar a la productividad, rentabilidad, esfuerzo,…Esta dicotomía entre juego y trabajo referida a la actividad infantil es inapropiada. Se desliga del juego de su vertiente gratuita, divertida, satisfactoria, generadora de placer, para hacerle instrumento de desarrollo de habilidades, promover aprendizajes, encorsetarla en objetivos rígidos e inflexibles, distantes de los intereses de los niños y niñas y de su actividad autónoma.
Jerome Bruner, psicólogo y pedagogo estadounidense, gran investigador del juego afirma: “si recurrimos al juego para obtener otros fines que los del juego en sí mismo se corre un riesgo porque el verdadero juego necesitaría que no existiera limitación por parte de los adultos. Es una actividad libre y voluntaria. El juego por mandato no es juego. El juego proporciona placer. Es una fuente de placer y un medio de expresión, experimentación y creatividad”.
¿Por qué JUEGAN LOS NIÑOS Y NIÑAS?
Con el juego libre y autónomo los niños y niñas se apropian del espacio, de los objetos, de las relaciones con los otros, generando un verdadero aprendizaje. Es una acción en la que está involucrado su mundo interno, generan experiencias que le van dejando huella en la globalidad de su ser. El niño y la niña con su acción van generando estrategias cognitivas para resolver las preguntas que se plantean, para comparar resultados, y desarrollar sus propios caminos para aprender. El juego es una forma de usar y construir su inteligencia.
Con el juego construyen su identidad, prueban quienes son ellos, hasta donde llegan sus posibilidades, ponen en juego sus deseos, sus temores y sus capacidades. No es un ejercicio para… ni un ensayo para…. ni una preparación para tareas futuras, sino una manera de ser en el mundo hoy, aquí y ahora, para los niños, el juego es la vida aunque no toda la vida es juego.
Es un espacio de libertad:
- Las equivocaciones no están penalizadas, puede fallar sin miedo. No tiene consecuencias frustrantes para el niño.
- No es una tarea productiva sino transformadora. No tiene otro objetivo que la actividad lúdica en sí misma, no busca eficacia ni persigue resultados. Es un medio de exploración y de invención.
Es un medio para poder explorar la vida. Lo que acontece y lo que le afecta como ser humano, el comportamiento de los adultos, situaciones cotidianas o extraordinarias que necesita aprender o que llaman su atención,.. Es un terreno en el que la atención, el ensayo-error, el ingenio, la imaginación y la fantasía lo pueden todo, independientemente del esfuerzo y del resultado.
Les incorpora en el mundo social de los adultos porque tienen que unas reglas obligatorias, pero libremente aceptadas.