Llega el momento para las familias de los niños y niñas de cero a tres años, de tomar decisiones en relación a la escolarización de sus hijos/hijas, se aproxima la apertura de plazos para solicitar plaza para el próximo curso.
Cuando una familia decide escolarizar a su hijo o hija en una escuela infantil, la siguiente cuestión difícil de resolver es qué escuela solicitar que cumpla con sus expectativas. Ahí comienza una ingente peregrinación por las puertas abiertas de las escuelas, escuchando, mirando, intuyendo, decepcionándose o entusiasmándose… en busca de la mejor escuela para sus criaturas.
Es una decisión importante porque estamos en una etapa fundante para el desarrollo de las personas, por tanto no da igual el contexto en el que se produce, por eso no es lo mismo una “buena” escuela que una “mala” escuela. Son niños muy pequeños que pasan horas en una institución, en un momento en el que su cerebro, y sus emociones son extraordinariamente plásticos.
Pero ¿cuáles son los criterios para elegir una escuela con un proyecto educativo real que nos permiten diferenciar una buena escuela de otra que no lo es? ¿Qué condiciones se tienen que dar para que la experiencia en una escuela infantil para un niño y una niña de cero a tres años y su familia sea una experiencia significativa?
Una escuela infantil tiene que ser un lugar creado y pensado para responder a todas las necesidades de los niños y niñas, afectivas, motrices, comunicativas, cognitivas,… reconocer y respetar sus derechos, el derecho al juego, a la relación, a desarrollarse a su propio ritmo (sin prisas ni sobreestimulaciones), a actuar de acuerdo a su propia iniciativa, y a que sea respetada.
Algunos aspectos a tener en cuenta:
ACOGIDA
La acogida ¿nos trasmite familiaridad, afecto, sensación de bienestar, un lugar confortable semejante a un hogar o un lugar institucional, en el que resaltan fundamentalmente las normas que rigen dicha institución?
¿La entrada a la escuela refleja la identidad del centro? ¿Produce una sensación personal y original que la distingue de otras escuelas?
El ambiente general es muy importante, porque es el ambiente el que sostiene todas las actividades, favorece los descubrimientos de los niños y las relaciones con otros. Por eso es importante observar si dentro del ambiente general encontramos lugares para que los niños puedan explorar, descubrir, encontrarse con otros para aprender a cooperar y convivir.
LOS NIÑOS TIENEN DERECHO A CRECER EN LUGARES CUIDADOS Y AGRADABLES, lejos de los dibujos infantilizados (Walt Disney, reproducciones de la realidad realizados por la educadora, dibujos…) y sí con reproducciones de obras de arte, fotografías… La armonía en los colores para favorecer la serenidad, la tranquilidad sin caer en la saturación cromática.
¿Cómo son los pasillos del centro, hay propuestas para los niños? ¿la entrada de la escuela permite a las familias permanecer en el centro porque dispone de lugares para quedarse?
¿Hay un clima personalizado, hay imágenes de las experiencias y procesos que viven los niños dentro de la escuela? ¿Hay fotos para identificar sus cosas personales?
Es necesario en la Primera Infancia un clima tranquilo, sereno, de disfrute, en definitiva un respeto a los tiempos de los niños/as. ¿Se transmite mucha prisa con horarios muy marcados y muy rígidos? O ¿se habla de flexibilidad y respeto a los ritmos personales?
PROFESIONALES
FORMACIÓN
Profesionales: formación/titulación, experiencia y formación continua. Estamos en una profesión poco valorada pero muy delicada, para poder ser profesionales competentes en la educación infantil, diseñar contextos de aprendizaje, reconocer las características particulares de cada niño y niña y saber dar una respuesta ajustada a cada uno, observar y respetar los ritmos de los niños y niñas, exige tener una formación de educadores o maestros especialistas en educación infantil y estar en formación continua.
ESTABILIDAD
Existen dentro del sector, debido a la privatización de la escuela pública y las características de la privada, condiciones laborales y salariales que hacen que existan cambios constantes en los profesionales, lo cual incide en la calidad de los vínculos afectivos que se establecen con los niños y niñas y que, en este ciclo deben ser vínculos fuertes y estables.
TRABAJO EN EQUIPO
Un proyecto común solo puede ser real si es construido y revisado por un equipo educativo. Es importante conocer si hay trabajo en equipo porque es lo que da coherencia y solidez al proyecto. La inestabilidad laboral dificulta gravemente el trabajo en equipo.
PROPUESTAS EDUCATIVAS DENTRO DE LAS AULAS
La escuela infantil tiene que dar respuesta real a todas las necesidades de los niños y niñas: cognitivas, motrices, emocionales… dando la misma importancia a todos los ámbitos de desarrollo, nada es banal, nada es rutina en la vida de los niños y niñas en 0-3 años. Los hábitos de vida cotidiana: la alimentación, la higiene y el sueño son momentos privilegiados de relación personal y única con la educadora, en los que se construye un vínculo afectivo fuerte y seguro entre el niño y la profesional que les permite abordar desde la seguridad otros aprendizajes. Ocupan un lugar importante en el día a día de la escuela. Cuanto más pequeño es el niño o niña deben ser realizados de manera más personalizada (no debe darse de comer a los ocho bebés a la vez, sentándolos o inmovilizándolos en sus tronas o hamacas).
¿Cómo comen los bebés individual o colectivamente?, ¿Se facilita la participación de los niños y niñas en el desarrollo de los hábitos de vida cotidiana? ¿Pueden decidir sobre sus gustos y cantidades de comida? o ¿hay una cantidad estándar para todos? ¿qué tiempos se ofrece a los niños, el mismo para todos o ajustados a sus ritmos?
El nivel de autonomía y las características propias de cada edad son los criterios que marcan las diferencias en la organización de las diferentes aulas. ¿Hay evolución en las propuestas de juego que ofrecen las aulas de bebés respecto a la de 1-2 y de ésta en relación a la de 2-3?
La organización de los espacios de las aulas debe ser respetuosa con la actividad y los procesos educativos de los niños. Es aconsejable que estén distribuidas en distintas zonas de juego autónomo para que los niños y niñas puedan seleccionar aquellos objetos y materiales con los que quieren jugar y que les permiten hacer sus propios descubrimientos a través de su acción libre y autónoma basada en su interés personal. Solo a través de la acción construye el pensamiento.
Los espacios exteriores tienen que ofrecer distintos tipos de juego para potenciar los aprendizajes en un entorno abierto. ¿se ofrecen propuestas diversas para que los niños puedan experimentar: espacios con arena, plantas, piedras, arboles, agua…,?, ¿lugares para trepar, esconderse, construir, correr…?
Los materiales que se encuentren los niños en esas zonas cuanto más variados sean más rica será la acción que desarrollen: variados en texturas: tela, madera, cristal, … abiertos en las acciones que proponen, los niños y niñas pueden crear e inventar con ellos (si sólo se ofrecen “juguetes didácticos” normalmente de plástico, de apretar botones,… se cierran las posibilidades creativas). Los objetos de la vida cotidiana y los materiales naturales: tierra, el agua, el barro, la luz,… son una fuente investigación: sonido, forma, tamaño, la temperatura, la textura.
Las propuestas abiertas, ricas, variadas y pensadas para las características de cada edad. Propuestas que les incorporen en el mundo de la cultura: arte, música, literatura, la ciencia y por supuesto el movimiento libre y autónomo en la Sala de Psicomotricidad y en cada aula, como base de su construcción personal.
La actividad dirigida y centrada en hacer fichas más que en la manipulación y exploración, se observa cuando el aula está invadida por mesas y sillas, todo el material muy ordenado y clasificado pero nada a la altura de los niños y niñas. Solo juegan con lo que el adulto decide.
El concepto que tiene la institución sobre como son los niños y cuáles son sus necesidades marca el modelo educativo que ofrece el centro. Si se piensa que el niño es un sujeto de derechos, una persona con capacidades para percibir, moverse, relacionarse con el entorno, y estas capacidades le permiten observar y actuar en él, de acuerdo a sus posibilidades e iniciativas, porque son competentes para ello. O por el contrario pensar en los niños como recipientes vacíos que los adultos tenemos que llenar porque los niños no saben y no pueden. La primera opción permitirá a los niños y niñas construir con su acción sus propios conocimientos y al adulto respetar su iniciativa y acompañar sus procesos, y en el caso de la segunda opción, el adulto dirige y los niños hacen, aprenden por adiestramiento.
FAMILIAS
TRANSPARENCIA
La escuela debe ser una institución acogedora, permitiendo una acceso abierto, organizado y cotidiano de las familias. No es pertinente en las escuelas infantiles, donde se acoge a niños y niñas en sus primeros años de vida, restringir el acceso a las familias utilizando distintas estrategias que no permiten que éstas acompañen a sus hijos e hijas (excusas de los profesionales: se ponen nerviosos los niños, están en actividad y se distraen,… las cuales en el mejor de los casos indican falta de seguridad de esas educadoras/es, y el peor, algo que esconder). Las familias tienen derecho a observar como sus hijos se relacionan, disfrutan y aprenden en otro contexto que no es el familiar. Y por supuesto tienen derecho a despedirse tranquilamente de su hijo e hija, a hacer el transito casa-escuela ofreciendo el tiempo que el niño/a necesita.
La escuela es un lugar de comunicación, reflexión y formación, es necesario que se hayan establecido cauces para que las familias puedan expresar las dudas, incertidumbres, certezas expectativas,… con otras familias y profesionales: tertulias, escuela de padres, … en un clima de cordialidad, respeto y confianza mutua.
COMUNICACIÓN DIARIA
Comunicación con la familia debe ser diaria, verbal y escrita, y sobre todo individual respetando la intimidad de cada criatura. Las informaciones relativas a su persona deben estar reservadas de las posibles miradas de otros, por tanto no deben estar expuestas públicamente (cómo ha comido, dormido…)