JORNADA DE FORMACIÓN. MOVIMIENTO LIBRE, SEGURIDAD POSTURAL Y DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA
Evangelina Wagner: licenciada en psicología y en psicomotricidad educativa, especialista en psicología clínica y terapia psicomotriz, Coordinadora y supervisora de equipos psicoterapéuticos con extensa formación en pedagogía Pikler.
Tuvimos el gusto de compartir con Evangelina una sesión formativa de cuatro horas en Espacios Familiares, fue un verdadero placer, las ideas, los argumentos fundamentados en distintos autores (Winnicott, Wallon…) aportó una gran riqueza a la jornada.
Algunas ideas:
Es imprescindible para los profesionales de la educación infantil contar con un marco conceptual, que asiente nuestra profesión en el saber cargado de afecto, amor y ternura. Si olvidamos la teoría, nuestra práctica se convertirá en una repetición de recetas.
¿Qué entendemos por sujeto en la Infancia?.
El/La niño-a como SUJETO DE ACCION en contraposición a un sujeto pasivo. Los niños y niñas son capaces de accionar, desde que nacen, utilizando su cuerpo. Pero es imprescindible que la acción sea recepcionada por otro con el que entra en relación, y da significado a su acción. Reflexionamos sobre ¿Qué es el cuerpo?, ¿cómo se constituye un organismo en un cuerpo? Y las implicaciones que tiene para la construcción subjetiva de cada sujeto.
El/la niño-a como SER AUTÓNOMO, el desarrollo del ser humano parte de ser un organismo dependiente y a través de la relación deja su estadio de dependencia y pasa a una autonomía relativa. El niño-a desde que nace es AUTONOMO en directa relación a su momento de maduración.
La acción autónoma es relativa a la característica de la posición. La posición es la base para la acción. La posición es la base para la construcción de la postura.
¿Por qué la posición básica es tumbar al niño-a sobre la espalda?
Porque la maduración de los seres humanos como mamíferos que somos seguimos una línea madurativa céfalo-caudal y próximo-distal. ¿En qué superficie y en qué posición ponemos a los niños-as para favorecer la maduración y que construya las posturas?
¿Cómo se organiza el equilibrio postural?, a través de la Propiocepción cutánea, antesala del sentido del tacto; a través de la organización del oído interno y de la visión. Un/a niño/a que está en una postura de desequilibrio, no puede constituirse en un sujeto de acción. Cuando sentamos a un bebé antes de tiempo (un niño-a no se sienta porque la maduración (céfalo-caudal) no le ha llegado a la parte baja de la espalda y no puede girar la cadera) si nos precipitamos estamos impidiendo la maduración y le estamos poniendo en una situación de desequilibrio.
La organización de los aspectos cognitivos, la capacidad de pensar y el desarrollo de la inteligencia, están íntimamente relacionados con el equilibrio.
La segunda parte se centró en una práctica a partir de la observación de unas secuencias fotográficas con la tarea de acercarnos a la comprensión de los niños-as protagonistas de las secuencias, cómo es su organización postural, como organiza el equilibrio, qué acción está desarrollando, qué sabe y qué puede en este momento del desarrollo.
Este proceso de entender quién es el/la niño/a CONTINUARÁ y seguiremos contando con Evangelina Wagner, seguiremos profundizando es este aspecto fundamental, para ser buenos acompañantes del desarrollo de los niños y niñas.
Bibliografía: TODO COMIENZA POR LA ESPALDA. Noemí Beneito.
¿Cómo acompaña la escuela infantil u otros contextos de socialización entre iguales el desarrollo de este proceso?
El proceso de socialización se desarrolla a través de un proceso continuo en el que los niños y niñas van descubriendo a los otros y se interesan por ellos, con acciones autónomas que les permiten un acercamiento progresivo.
Primer año de vida:
Desde el nacimiento exploran el cuerpo del otro, se tocan, se miran, … sin identificar al otro como semejante, pero con gran interés porque es más interesante que un objeto (se mueve, está caliente, reacciona a sus contactos) aunque aún no diferencia entre algo vivo y el objeto físico.
A partir de los seis meses aproximadamente se relaciona con los iguales a partir de los objetos. El objeto tiene un significado en esa relación, es un mediador en la misma. Su interés está centrado en observar el objeto, dirigen la mirada al mismo, sin ser consciente de que es otro niño/a el que lo está manipulando.
La siguiente fase cuando comienza a imitar, tanto a los niños/as como a los adultos. A veces no imitan de forma inmediata, observan y representan más tarde. La imitación es una capacidad muy importante, es una fuente de aprendizaje. Los adultos tenemos una responsabilidad muy grande porque vamos a ser imitados por personas que se están construyendo.
Posteriormente comienzan a interesarse por la actividad que está desarrollando el otro, son capaces de reconocer en él a un semejante. Desarrollan el placer de imitarse, intercambiar miradas, gestos, compartir alguna acción.
Cada ser humano que nace tiene capacidad para adaptarse, cooperar y ser un individuo (ser una persona única), pero para ello tiene construir su yo, que significa construirse a sí mismo (probar, probarse, descubrir sus posibilidades a partir de la acción autónoma), si no se lo permitimos no podrá desarrollar sus propios criterios.
Los niños y niñas que están incorporados en un contexto de juego y de relación, como la Escuela Infantil, Espacios Familiares, a través del juego espontáneo y de las relaciones de calidad con los adultos que les acompañan construyen su identidad y así aprenden a ser miembros de una comunidad, y a establecer relaciones satisfactorias con los otros.
Segundo año de vida
Los niños y niñas desarrollan una interacción mutua que les produce un gran placer. Los objetos unen y separan a los niños/as, a veces generan conflictos, pero en la resolución de estas situaciones conflictivas descubren que los otros tienen deseos, intereses propios y que es necesario tenerlos en cuenta. Los niños y niñas necesitan adultos que pongan palabra a las emociones que está viviendo el niño/a (entiendo que quieres jugar con… pero ahora es de X porque lo tiene él, cuando lo deje podrás tenerlo tú y será tuyo). Los niños y niñas del segundo año de vida tienen que practicar mucho hasta poder entender qué es lo que quiere el otro.
Tercer año de vida
En este momento inician pequeñas acciones de cooperación entre los niños y niñas, es decir, ser capaces de actuar juntos para conseguir un objetivo común. Los niños y niñas pueden cooperar antes con los adultos que con los iguales porque para ellos el comportamiento de los adultos es más comprensible y claro para ellos que el de los iguales.
Realizan juegos polifónicos, es decir varios niños y niñas metidos en el mismo juego pero cada uno actúa según su nivel madurativo, su nivel de comprensión… están en el mismo juego pero no están compartiendo el juego.
Comienzan a tener sus propias preferencias en la elección de compañeros-as de juego. Es necesario que los adultos respetemos estas elecciones, respetando su deseo de estar juntos y los límites que ponen a la participación en el juego de otros niños-as. No forzar a que otros niños y niñas entren en el juego con algunas verbalizaciones clásicas en los adultos (todos tenéis que jugar juntos, “X” también jugar…), los niños y niñas tienen derecho a vivir su experiencia y a elegir con quién, al que no le permiten incorporarse al juego, los adultos tenemos que ayudarle a comprender que puede encontrar otra actividad que le interese.
El principal juego en esta edad es el Juego Simbólico (tipo de juego en el que los niños y niñas representan situaciones que han vivido y viven de forma habitual: en la familia, el médico, el supermercado…). Es un juego muy importante para el desarrollo cognitivo y emocional, les ayuda a elaborar emociones de forma sana y constructiva, y representan con otros. Aprenden a ponerse de acuerdo, coordinarse, repartir papeles… aprenden a resolver conflictos de manera autónoma.
Se ha mostrado la evolución del proceso de socialización a través de la actividad espontánea de los niños y niñas.
La socialización tiene que ver también con la interiorización de las normas sociales que les permiten vivir en sociedad. Esto es un proceso para el que el niño-a necesita el acompañamiento del adulto y tiene que ver con cómo hacemos la transmisión de normas y límites.
El juego es una actividad muy seria e importante para los niños y las niñas, pero en la práctica pueden producirse algunas confusiones con otras actividades dirigidas por los adultos a las que también, de forma errónea se las llama juego.
Es posible que no esté suficientemente considerada su importancia en el desarrollo cognitivo, afectivo, emocional… en relación a otras actividades que el adulto propone para que los niños y niñas aprendan ciertos contenidos o adquieran ciertas destrezas.
Nos preguntamos:
¿Qué es el juego? ¿Qué importancia tiene el juego en la vida cotidiana de los niños y niñas en relación con otras actividades dirigidas por los adultos? ¿Disfrutan los niños y niñas de tiempos de calidad para el juego?
Cuando entras en los Espacios Familiares el tiempo se para. Lo primero que escuchas es el móvil del reno con su suave sonido titilante que hace las delicias de los bebés cuando llegan y cuando se van.
Alguien te da la bienvenida y te pide que te quites los zapatos, no solamente por lo cómodo que seguro que estás (casi como en casa) sino porque el suelo también es un lugar de juego, quizás el más importante para los bebés que apoyan su espalda en él o persiguen un objeto gateando por la sala. Para los niños y niñas que caminan, estar descalzos les permite tomar más consciencia de los pasos que dan, les conecta con el suelo, la tierra y les ayuda a ser más precisos en sus movimientos, a fortalecer sus músculos. Desarrollan mejor la conexión neuronal motora corrigiendo los desequilibrios rápidamente. Los adultos les observamos cuando se suben al tobogán o a la pirámide donde acomodan sus pies a los escalones y nos damos cuenta día a día de la seguridad que adquieren.
Cada nuevo juego que inician (construcciones, mesa de arena, meter y sacar, insertar…) les permite conectar una parte de su cuerpo con el cerebro y desarrollar diferentes conexiones neurológicas ¿o quizás todas a la vez? Porque los niños y niñas son ante todo globalidad. Así en el juego disfrutan con todo su cuerpo, ponen toda su capacidad al servicio de un proyecto que solo ellos conocen.
Crecen, y les vemos disfrazarse y mirarse al espejo, llenar la cafetera y hacer como si lo echaran en los vasos, hacer circuitos imposibles por los que siempre descarrilan los trenes, coger los cuentos y ojearlos cada día como si fuera la primera vez que los vieran. Y es que sin duda cada día descubren algo nuevo.
Cuando son muy pequeños, descubren pronto las leyes de la gravedad con toda la variedad de objetos que hay repartidos en los cestos. Y cuando mantenerse en equilibrio ya no es una preocupación para ellos, dirigen la mirada hacia los objetos con los que empezar a imitar a los adultos y más tarde a simbolizar. Su mirada no tiene límites y llega hasta las estanterías más altas donde están aquellos materiales preciados con los que solo pueden jugar cuando está el adulto a su lado.
No pasa el tiempo por los Espacios, aquellos que hace algunos años no querían ni ponerse calcetines para no perderse ninguna de las sensaciones que pasara por sus pies y que necesitaban tener cerca la mirada segurizante de mama o papa, ahora disfrutan de quedarse solos en los Espacios. Es su lugar de refugio, donde el juego no tiene límites porque ya es también pensamiento. Donde se puede hacer de todo (lo que no comprometa la seguridad de los que juegan), donde cada elemento cobra una vida distinta al servicio de la creatividad infantil. Así, el tobogán se convierte en un barco pirata, la cama de los muñecos en hospital de campaña, los elementos de pscicomotricidad en una improvisada selva donde unos fantásticos aventureros encuentran peligros a su medida. El cucú-tras al que jugaban con una tela traslúcida cuando eran bebés ahora es el juego del escondite con todas sus reglas:” el que se la liga cuenta hasta diez… no vale meterse debajo del tobogán porque eso es casa”… Y crean un lenguaje común, que sólo ellos conocen. Porque ahora juegan juntos.
Atrás quedó el juego en solitario de los bebés o el juego en paralelo, tan importante para los inicios de la socialización con los iguales. Ahora el juego es colectivo y se expande tanto como lo hace su imaginación. Los niños y las niñas se instalan en su juego como en un vida paralela donde expresan con su acciones y con su palabra lo que sienten y lo que son.
Seguimos descalzos, ellos jugando con imaginación pero con los pies en la tierra y nosotros observando, sintiendo en nuestra piel la emoción de cuando éramos niños y niñas y jugábamos como ellos.
Estáis todos invitados a vivir esta experiencia o a regalarla.
Ya sea acompañados por sus adultos de referencia, como ocurre en la propuesta de Espacios Familiares o solos, como es el caso de los mayores de 3 años en¿Y Si Jugamos?, siempre contamos con propuestas de juego y relación en la que disfrutar un tiempo tranquilo y de calidad en compañía de profesionales que preparan el espacio con los materiales más adecuados a los intereses de los niños y niñas de estas edades.
Profesora en Educación artística y artesanal, formación en práctica educativa, terapéutica y supervisión con Bernard Aucouturier. Formación en el Instituto Pickler en Budapest.
Contenido:
Marco teórico en el que basamos la comprensión del desarrollo: Pickler, Vigotsky, Waloon, Aucouturier, Winnicott, Paillard, Aguriaguerra.
La observación como método de conocimiento.
Desarrollo postural y motor. Intervenciones favorecedoras para su autonomía y armonía.
Diseño de espacios para la actividad autónoma y el juego.
Movimiento y expresividad.
Sensorio motricidad- conciencia de sí- pensamiento
Durante un par de horas hablaremos de la importancia de la presencia de la familia de forma auténtica en el día a día en la escuela. La propia escuela infantil es como espacio familiar educativo, relacional, un lugar de pertenencia para todas y todos.
Maestra de Educación Infantil, realiza en la Scuola Comunale dell’Infanzia Michelangelo su formación pedagógica junto a Antonella Davoli y Barbara Arduini. Participa en Pamplona junto con Alfredo Hoyuelos y Ana Guerendiain en la observación documentada del proceso de transformación pedagógico de las Escuelas Infantiles Públicas de Berriozar en Pamplona. Actualmente es directora pedagógica de la Llar d’Infants Municipal de Sant Pol de Mar en Barcelona.
La cooperativa No me bajo de las Nubes está comprometida con la formación permanente de las/los profesionales por la importancia que tienen los primeros tres años de vida de las personas y la necesidad de que los niños y niñas estén acompañados por los mejores profesionales.
Los niños y niñas necesitan personas adultas que no pongan el acento en lo que aún no han logrado, sino en lo que verdaderamente son, teniendo en cuenta el momento madurativo en el que cada uno se encuentra. Que comparten su alegría y su hacer sin forzar los procesos. El niño-a que siente la confianza de los otros, renueva la confianza en sí mismo y puede desplegar su iniciativa.
Por ello, abrimos unas Jornadas de Formación que comparta una visión de niño/a, activo, capaz, competente y una persona adulta que otorga un profundo valor a su actividad autónoma y despliega un sistema de actitudes que le sostienen. La maduración por si sola no es suficiente: el niño/a necesita al otro para construir su identidad.
La familia es fundamental en el desarrollo de los niños-as y por ello nos parece importante favorecer su acompañamiento en la crianza así como ofrecer oportunidades de formación, de contraste e intercambio de criterios con otras familias, de resolución de sus incertidumbres y apoyarles en la compleja y apasionante tarea de la educación de sus hijos/as.
Conoce la Escuela Los 100 Lenguajes
Una escuela respetuosa llena de oportunidades y experiencias.
Si tu hijo/a tiene 1 año o va a cumplirlo y estás interesado, escríbenos, llama o ven a conocerla, se han quedado 2 PLAZAS LIBRES!!
Correo: escuela@los100lenguajes.com
Teléfono: 91 007 26 15
Dirección: Puerto de la Cruz Verde 11, Madrid